Si estás leyendo esto es porque tú eres una de los millones de personas interesadas en saber cómo funciona una cerradura, pues, al ser mecanismos tan importantes para la seguridad de nuestro hogar, es importante saber cómo funcionan, cuáles son sus partes principales y, por qué no, algo de historia de estos fantásticos elementos de cerrajería para saber cómo empezó todo. Recuerda que, teniendo una noción básica de cómo funciona una cerradura, podrás incluso reparar las averías sencillas de tus cerraduras y entender que medidas de seguridad se deben aplicar para que la cerradura cumpla su función de protegernos correctamente.
Realmente todas las personas del mundo deberían saber cómo funciona una cerradura, por su seguridad y bienestar, ya que entendiendo los mecanismos internos que componen la estructura funcional de una cerradura, podemos fácilmente determinar qué tan segura es y si es necesaria cambiarla por una nueva o una más sofisticada.
Origen de las cerraduras
No se tiene evidencia certera de cuándo o cómo se creó la primera cerradura de la historia, pero lo cierto es que todo apunta a que el uso de las cerraduras comenzó en las sociedades asiáticas en el año 2500 a.C. Es decir, las cerraduras son los elementos de seguridad con mayor historia que existen. Por supuesto, si comparamos las cerraduras de aquella fecha con las actuales, podríamos incluso llegar a creer que no estamos hablando de la misma cosa, pues la estructura y funcionamiento de las cerraduras ha cambiado y mejorado tanto que las primeras cerraduras de la historia no se parecen en nada a las que usamos hoy en día.
Hasta el año 500 a.C se usaron cerraduras altamente simples y primitivas que dieron muy buenos resultados a quienes las usaban, sin embargo, los ladrones empezaron a burlarlas, por lo que fue necesario que evolucionarán hasta llegar a lo que conocemos hoy en día. Desde que las posesiones existen, las cerraduras han estado entre los humanos para proteger las pertenencias de los unos y los otros frente a los amigos de lo ajeno que también han existido desde siempre.
Evolución de la cerradura a lo largo de la historia
Las primeras cerraduras conocidas eran sencillas cerraduras de madera elaboradas a mano, cuyo sistema de cierre consistía en unas simples clavijas. Brindaron muy buenos resultados, hasta que en el año 500 a.C. comenzaron a evolucionar. Fue en el siglo XV cuando empezaron a confeccionarse las primeras cerraduras de metal, las cuales tenían mecanismos más complejos y difíciles de manipular. El principal avance de las cerraduras de metal frente a las de madera es que no se podían romper fácilmente. Aun así, no eran lo suficientemente avanzadas como las de ahora.
Ya para 1778 pudimos gozar de una cerradura altamente compleja y segura como lo fue la cerradura embutida creada y patentada por el gran Roberto Barron. Esta sin duda ha sido una de las mejores de la historia, ya que en el presente aún se siguen usando. La gran innovación e impacto que tuvieron las cerraduras embutidas es que su perno solo se podía extraer con la llave correcta, lo cual representó un gran avance en materia de seguridad.
Por otro lado, las cerraduras de llave con ranuras se inventaron en 1784 de la mano del inglés Joseph Bramah. Es necesario resaltar este invento ya que fue uno de los que marcó el rumbo de las cerraduras modernas que hoy en día usamos. Evidentemente, la creación de Bramah no es tan segura como las cerraduras de la actualidad, pero sin su invento probablemente no se tendrían las cerraduras tan seguras que por suerte hoy muchos tenemos instaladas en nuestras puertas.
Funcionamiento de una cerradura
Actualmente, los mecanismos de las cerraduras son muy complejos y explicarlos por completo sería abrumador. No obstante, a continuación, detallaremos las características básicas del funcionamiento de una cerradura para saber cómo funcionan de manera general, sin detallar en tipos o modelos.
El principal agente que propicia y materializa el cierre de una cerradura es el resbalón; un elemento que se ubica entre la cerradura y el marco de la puerta, que impide que sea abierta la misma. Cuando se introduce la llave adecuada en la cerradura, se acciona el muelle que permite que el resbalón se retraiga y, por ende, la puerta sea abierta. Así mismo, cabe resaltar que todas las cerraduras poseen un cilindro que gira dentro de un tambor. A través del cilindro es donde se introduce la llave.
Todo cilindro tiene múltiples perforaciones y una clavija, que se divide en perno y contraperno. Estos elementos son los encargados de que la puerta no se abra si se introduce una llave incorrecta. De ahí su importancia. Se debe resaltar que las cerraduras de seguridad más sofisticadas añaden más mecanismos que dan un plus al funcionamiento básico de las cerraduras y, por ende, son mucho más seguras.
Partes principales de una cerradura
Una cerradura puede tener más o menos partes dependiendo del tipo de cerradura del cual se esté hablando. Anteriormente mencionamos las partes esenciales que toda cerradura tiene para su óptimo funcionamiento, sin embargo, las cerraduras también cuentan con los siguientes elementos: perno, pomo, tambor, bocallave, frente, cerradero y llave. De todas las partes mencionadas, la llave es la única que desprendemos de la cerradura constantemente, pues es el elemento que abre y cierra la cerradura cuando se desea, siendo por eso una de las más importantes.
Ahora que conoces un poco más sobre cerraduras, es momento de que inspecciones las de tu casa y determines si es necesario cambiarlas por unas mejores o si ya cuentas con la seguridad que necesitas. A pesar que consideres tener un conocimiento suficiente para cambiar o reparar una cerradura, lo ideal es que contrates a un cerrajero, ya que gracias a la experiencia de estos profesionales tu casa estará mejor protegida por sus instalaciones con acabados perfectos que no dejan ni una hendija que el ladrón pueda aprovechar. Si lo haces tú solo, es probable que cometas errores de novato que puedan salirte muy caros a la larga.